jueves, 26 de febrero de 2015

Fabulas infantiles

La fábula en una herramienta ideal para incentivar la lectura en los niños. Ellos, desde muy pequeños, están inmersos en un mundo visual de dibujos animados y de breves mensajes lingüísticos. Sacarlos a empellones de ese entorno, es casi imposible; en cambio, la fábula puede introducirse en ese mundo infantil y desde allí guiar a los futuros lectores por el largo camino de la lectura. 

La fábula se ciñe estrictamente a dos elementos que son: su brevedad narrativa y su conclusión en una sentencia o moraleja. Además, el uso de animales y objetos humanizados, como personajes participantes, le da un tono alegórico a la historia. A diferencia de otras composiciones literarias que también tienen fines de adoctrinamiento cultural, moral o religioso, como los mitos, leyendas, poemas épicos, parábolas, cuentos maravillosos, entre otros, la fábula se circunscribe directamente a la interrelación entre los seres humanos dentro de una sociedad; esta característica hace que la fábula sea siempre actual por los valores universales y atemporales que transmite. 

Utilizar las fábulas como medio de enseñanza didáctica y moral es una práctica usual en casi todas las culturas. Se cree que los pioneros fueron los pueblos orientales y siglos después florecieron en Grecia y Roma. Más tarde, se extendió a otros países hasta universalizarse. 

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